En la ocasión hubo representantes de distintas comunidades mapuches de la zona y se contó con una exposición gastronómica y degustaciones.
COLLIPULLI.- Con una rogativa junto al rehue, se celebró en el jardín y sala cuna Estación Infantil de nuestra ciudad, el We Txipantu o año nuevo mapuche, actividad donde participaron miembros de distintas comunidades, como así también, padres, apoderados, educadoras y niños del jardín.
Luego de las palabras de bienvenida de la directora del establecimiento Claudia Baltierra, el lonko de la comunidad Huañaco Millao, Cirilo Millanao, hizo una reseña donde explicó a los presentes el significado de la nueva salida del sol o We Txipantu.
Posteriormente, los presentes se trasladaron al patio del establecimiento, donde junto al rehue, se llevó a cabo una rogativa y un baile ancestral del pueblo mapuche, con participación de miembros de las comunidades Temucuicui, Wente Winkul Mapu, Huañaco Millao, entre otras.
La directora del Jardín Estación, Claudia Baltierra, señaló que: “Dentro del proyecto educativo del establecimiento, está la incorporación de los pueblos originarios, donde trabajamos la interculturalidad, teniendo muchos niños en el jardín que pertenecen al pueblo mapuche, no podíamos dejar de celebrar esta fecha tan importante para todos”, señaló Baltierra.
Por su parte, la directora del Departamento de Educación Municipal, LilianaMaulén, señaló que: “Estoy muy feliz y agradecida de la invitación, por la presencia del lonko y representantes de las distintas comunidades y por tener la oportunidad de agradecer a Dios por todo lo que tuvimos este año y pedir por la abundancia en la tierra para el año venidero”, indicó.
Maulén también destacó la importancia que tiene el hecho de que los niños sean partícipes de estas celebraciones donde se de las gracias y se ruega a Dios por la prosperidad de la tierra y de los seres humanos.
La actividad finalizó con la música de la cantautora local, Tamara Quijada, además de una exposición y degustación de comidas típicas del pueblo mapuche, en el hall del edificio.
Fotos Rodrigo Vidal