Diputado Rathgeb: “Gobierno gasta cerca del 60% en asesorías. Así no se levanta un Plan Araucanía serio”

La urgencia que se modifique la mala distribución de los presupuestos destinados al desarrollo de las comunidades indígenas y campesinas de la región y no levantar una Ley Araucanía sólo para el discurso presidencial manifestó el diputado Jorge Rathgeb Schifferli, entregando como ejemplo los resultados de un informe aportado por INDAP en el cual se especifica que en los programas de fomento productivo PDTI y Prodesal, cerca del 60% de los recursos destinados se quedan en asesorías y no llegan a los usuarios.

Según el documento obtenido a partir de oficios presentados por el legislador ante la Cámara Baja, en el caso del Programa de Desarrollo Territorial Indígena, PDTI, de un presupuesto de 22 mil 651 millones de pesos destinados para la región, más de 13 mil millones de pesos -esto es el 57,4% de los recursos- son entregados a las asesorías técnicas, mientras que poco más de 9 mil 600 millones de pesos van a la entrega de capital de trabajo (M$ 3.856.962) y programa de inversiones (M$ 5.785.444).

En el caso del Programa de Desarrollo Local, Prodesal, se especifica que de un presupuesto de 2 mil 583 millones de pesos, más de mil 218 millones de pesos –esto es el 47,1% del total-, están siendo destinados a asesorías técnicas, mientras que para Fondo de Apoyo Inicial fueron destinados 546 millones de pesos y para el ítem Inversión de Fortalecimiento Productivo, se dispuso de 819 millones de pesos.

Según Rathgeb, estas cifras revelan lo mal que este Gobierno ha manejado el tema de la pobreza en la región, resultando difícil creer que una propuesta de Ley Araucanía, con más recursos, termine con los bajos índices de productividad existentes en la zona.

“Un ejemplo son los PDTI, un programa creado durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet y que en sí mismo establece un concepción sesgada y discriminatoria al dividir a los campesinos entre indígenas y no indígenas. Cuando yo fui Seremi de Agricultura en La Araucanía me percaté que algo no iba bien en este programa; recibimos un presupuesto de 7 mil millones de pesos de los cuales el 50% se gastaba en Asesorías Técnicas. Hice lo que pude para que se tomara en cuenta alguna modificación a esto, pero este resorte era directamente de Indap, organismo que funciona absolutamente independiente  de la subsecretaria de Agricultura. Es por eso que el año pasado hice las consultas respectivas a Indap sobre este tema y cuál fue mi sorpresa al comprobar que de 22 mil millones de pesos presupuestados para los más de 43 mil usuarios del PDTI este 2017, casi el 60% se gastan en operar el Programa. Que alguien me responda quiénes son esos Asesores  a quienes llegan estos recursos”.

A juicio de Rathgeb, aquí hay algo de fondo en el sentido, de terminar con el “despilfarro” y que los recursos destinados lleguen a los beneficiarios y no se entrampen en entidades elaboradoras de proyectos, muchos de los cuales están liderados por militantes políticos.

“Las familias indígenas campesinas perciben que no les llega toda la inversión, y la verdad es que la proporción que se queda en asesorías es muy grande. Tenemos comunidades en Los Sauces que están a  menos de 10 kilómetros de la ciudad y no cuentan con agua potable ni alcantarillado. ¿Cuántos kilómetros de alcantarillado  y redes de agua potable se podrían hacer con 22 mil millones de pesos?. En Temuco, la comunidad indígena Juan Diego Quidel de Monte Verde está a 5 kilómetros del Lider de Prieto Norte y no tienen ni agua potable ni alcantarillado. Nuevamente le pregunto al Gobierno: ¿sabe cuánto cuesta hacer alcantarillado en esos 4 kilómetros y red de agua potable en Temuco?, y les aseguro que ni siquiera conocen los PDTI”, señaló Rathgeb.

A juicio del legislador de RN, “tenemos acá un desbalance que las comunidades y los agricultores conocen y les causa malestar. El Gobierno no puede seguir inventando la rueda. La rueda esta inventada; ahora hay que hacerla rodar lo que debería ser la parte más fácil.”, concluyó el diputado Rathgeb.