Por Alejandro Sanhueza, Psicólogo Arvida Collipulli
Comprar, comprar, comprar que viene la navidad, este es el mismo mensaje que esta ubicado en la mente de muchas personas, con gran complicidad de los medios de comunicación. En los primeros días de Noviembres después de Halloween, empezaron las ofertas navideñas, con la excusa de que hay que aprovechar de comprar ahora que esta todo barato porque después no va a quedar nada y los precios van a subir. Esta idea de consumismo la tenemos tan arraigada en nuestras mentes que nos sentimos culpable de no poder comprar algo en esta fecha. La verdad no es para nada malo o negativo comprar un presente a las personas que queremos, pero el problema empieza cuando el objetivo principal de las fiestas son las compras de forma compulsiva, destinada a mostrar aprecio y compensar el tiempo que no estamos en casa, no conversamos con nuestros hijos y pasan desapercibidos durante toda la semana. Rutina constante en gran porcentaje de los hogares de nuestro país, debido a la carga de trabajo y la forma acelerada de vivir.
Esta fecha debería ser un momento de felicidad, paz y amor, pero suele convertirse en una fecha muy estresante debido a las infinidades de arreglos, visitas, compras que se realizan, sintiéndose de alguna manera obligadas las personas a realizar muchos gastos en adornos, comidas y los famosos regalos. Estos últimos son un gran tema en estos días, relacionándose con algunos problemas en nuestra vida diaria. Lo primero es la espera de un regalo, esta ansiedad antes de recibir un presente, nos hace imaginarnos infinidades de cosas y generar altas expectativas que pueden ser el origen de grandes frustraciones, tanto para los niños, las parejas, amigos y la familia en general, provocando algunos conflictos en las relaciones, pudiéndose trasformar un sentimiento de agradecimiento a un sentimiento de rabia debido a no recibir lo que se espera. Estos regalos son felicidades momentáneas y a corto plazo, que se desvanecen con el tiempo.
Es casi imposible desvincular la navidad con los regalos pero es posible desvincular la felicidad con los regalos. El apego a las cosas, a lo material, a lo plástico, nos quita libertad y nos envuelve en una nube de la cual nuestras prioridades se pueden confundir, creando un sometimiento a las tarjetas de crédito y a las terribles deudas. Nuestras billeteras deben tener unas 6 a 9 tarjetas, lo que genera cierta poder de compra mayor al que podemos pagar, haciéndolos esclavos de las deudas.
Que valores queremos entregarles a nuestros hijos, fomentando el endeudamiento y el consumismo, con esto generamos niños manipuladores, egoístas, exigentes y lo que es peor consumistas junior. Lo que podemos hacer es enseñarles las innumerables formas de decir te quiero sin tener que comprar algo, pensemos que estamos pasando por una crisis económica y que no hay que endeudarse y que se debe controlar los gastos. Pensemos en disfrutar de la buena compañía, de entregar afecto, el conversar con nuestros hijos, ayudarles en las tareas, darse un tiempo para estar con ellos, acurrucarlos, abrazarlos, acostarse con ellos, salir a caminar, andar en bicicleta, ver una película juntos, decirles lo mucho que los quieren, cuanto lo aprecian, generarles confianza, entregarles consejos, saber como sienten, comprenderlos, etc., cosas que no merecen un esfuerzo monetario, esto es “gratis” y no es mucho el tiempo que se necesita sino mas bien un compromiso interno y especial con los que queremos.
Detalles que marcan la diferencia en nuestro diario vivir y que repercute de forma tan profunda en las personas que apreciamos, en nuestros hijos, parejas, familiares. Busquemos la felicidad en los detalles, en la belleza de la vida, en estar juntos, en estar bien de salud, en poder perdonar y corregir nuestros errores.
También me gustaría comentar que en esta fecha se encuentran muchas personas solas y sin compañía que por diferentes motivos y circunstancias no pueden disfrutar de estas fiestas como quisieran, personas que quieren que pase lo mas rápido posible estas fechas en las cuales no hay motivos para celebrar, que están pasando por algún problema familiar, algún duelo, separación, que están lejos de sus seres queridos, que se encuentran enfermos o en algún hospital, que no han podido encontrar un trabajo o diferentes tipos de dificultades, a ellos quiero entregarles un mensaje de paz y fortaleza, porque tengo la convicción de que las personas tienen una gran capacidad para recuperarse y afrontar los problemas y poder adaptarse a los cambios inesperados, por lo cual les envío mis mejores deseos y energía para salir de esas situaciones, como también entregarles un cordial y afectuoso saludo en estos días.
Atte.
Alejandro Sanhueza Lagos
Psicólogo
Terapeuta de Reiki, Flores de Bach y Biomagnetismo
Centro de Salud Integral Arvida
93143529 / Alcázar # 910 2do piso Est. Heise Of 1
Collipulli.