Señor Director,
El Gobierno hace un tiempo atrás reconoció algo que era evidente para gran parte de la población que fue advertido por analistas y expertos, que los recursos no alcanzaban para las reformas que se quieren implementar en educación, donde la gratuidad universal es una amenaza para el equilibrio fiscal, esto deja en evidencia que la improvisación ya no pudo sostenerse más.
La gratuidad universal es una política que concentra el gasto fiscal en jóvenes que tienen una mejor situación económica en vez de hacerlo con quienes más lo requieren. Agrava el hecho de que para cumplir con ella se lleven adelante medidas parciales que impliquen una discriminación arbitraria que no tiene justificación alguna, como lo es la anunciada gratuidad para el año 2016 que excluye al 50% de los alumnos más vulnerables quienes están matriculados en instituciones de calidad acreditada.
En 2011 los Partidos de la Concertación y el Partido Comunista, hoy Nueva Mayoría se comprometieron a potenciar el acceso a la educación superior con un sistema único de becas y créditos focalizado en los estudiantes más vulnerables, esto se contradice con la gratuidad universal, con la realidad y con las urgencias del país. Todo cambia, para que todo siga igual.
Diego Gabriel Rodríguez Solís
Miembro Gabinete Juvenil INJUV Araucanía