Mal estado de caminos rurales mantiene aisladas a familias campesinas en el sector cordillerano de Angol

IMG-20151010-WA0001(1)Una complicada situación es la que viven catorce familias campesinas del  sector Pichipehuen, pleno sector cordillerano de la comuna de Angol, quienes están aislados sin poder acceder a las zonas urbanas de Malleco por el mal estado de sus caminos rurales.

La situación fue conocida recientemente por el diputado Jorge Rathgeb, quien subió a la zona cordillerana, a unos 60 kilómetros de Angol en el límite de la Novena y Octava regiones, para conocer este drama que según sus pobladores no ha podido ser resuelto por la Dirección Provincial de Vialidad, a pesar de las múltiples peticiones realizadas por la comunidad.

La realidad es tan evidente como grave. Verdaderos socavones provocados por la huella de camiones forestales y otros vehículos pesados sobre un camino compuesto de lodo y arcilla, impiden el paso de camionetas particulares, móviles de emergencia y de carretones, lo que ha provocado que estas familias no puedan bajar a la ciudad a  suministrarse de alimentos e insumos agrícolas esenciales, como así tampoco poder acceder a servicios de Salud, Educación y otros trámites personales.

Para hacer frente a la dificultad, los propios vecinos han debido, a punta de carretas y sus propias camionetas, abrir nuevas huellas por la abrumadora montaña, entre el bosque nativo y plantaciones de pino y eucalipto; improvisando rutas que sólo duran unas pocas semanas, a la espera que el camino tradicional sea arreglado por las maquinarias del MOP.

“El camino es de tierra y se hace barro en casi todo el año. Catorce familias que vivimos aquí quedamos prácticamente aisladas desde mayo en adelante sin que se pueda transitar, y por aquí vive mucha gente mayor de edad lo que nos está preocupando harto por las emergencias que tienen. Nosotros lo que estamos pidiendo es mejoramiento del camino porque todos los años es el mismo tema”, indicó Claudio Arriagada Medina, presidente de la junta de vecinos de Pichipehuen.

La situación –afirma el dirigente- es conocida por las autoridades provinciales y municipales, y recientemente por el diputado Jorge Rathgeb quien fue requerido por la comunidad para que done a estas familias fardos de paja para su animales, dada la imposibilidad de bajar a la zona urbana para comprar este vital insumo para su ganado, el único sustento familiar.

“Lo que vemos en este sector alejado de Malleco es realmente preocupante, un signo del abandono en el que viven estos compatriotas y la dependencia a lo que debiera ser la preocupación constante del Estado en cuanto a mantener  la conectividad vial en todo el territorio nacional. Hoy estas familias están aisladas, no pudiendo acceder a servicios de Salud, alimentos o transporte, debiendo de manera solidaria solucionar sus problemas  a la espera de trabajos que hasta hoy no se han cumplido. Lo que exijo es que la Dirección de Vialidad del MOP y las autoridades provinciales y comunales, atiendan esta emergencia. No puede ser que veamos caminos rurales sin ningún trabajo de mejoramiento y/o conservación, estando los programas estatales para hacerlo. No es justo ni aceptable que los vecinos deban abrir sus propias huellas en medio del monte para transitar hacia la ciudad. Yo apoyaré a estas familias, sin embargo, la primera ayuda debiera venir de los servicios públicos mandatados para cumplir con la tarea de abrir y mantener los caminos a todos los ciudadanos del país”, indicó Rathgeb.

Sin embargo, la situación no queda ahí, ya que en esta visita en terreno el diputado por Malleco pudo comprobar otras anomalías viales como el nulo avance en la reposición del puente Pellomenco, ubicado en el sector Casas Blancas, en el camino a Maitenrehue; el cual fue destruido hace dos meses por el paso de un camión forestal que superó la carga permitida provocando que las bases de este pequeño viaducto cedieran.

Hoy esta obra no se ha repuesto, ni siquiera sus escombros han sido retirados, quedando la conexión encargada a una obra anexa que no es óptima y segura para las cientos de familias campesinas que viven en el sector.