De acuerdo con el Censo 2017, en Chile hay 383.204 viviendas que no cuentan con servicio de agua potable. Estas se concentran principalmente en zonas rurales, donde el 47,2% de la población no tiene abastecimiento formal. Tras años de sufrir por la escasez de agua y depender de camiones aljibes que suministraban este elemento, 27 familias y la escuela unidocente G- 717 del sector de Curamávida, de la comuna de Santa Juana en la Región del Biobío, tendrán un giro en su calidad de vida: un proyecto les llevará agua potable hasta sus hogares. Esta iniciativa se ejecutará en el marco del programa Desafío Agua para Chile, que lidera CMPC junto a la Fundación Desafío Levantemos Chile.
Para dar inicio oficial a las obras que permitirán concretar este proyecto, se realizó la ceremonia de primera piedra en la escuela unidocente G- 717. A la instancia asistieron la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz; representantes de CMPC, de Desafío Levantemos Chile y de la municipalidad, y miembros de las familias beneficiadas del sector.
“Nosotros habíamos desechado este sueño hace años, porque son inversiones muy grandes. Estos proyectos de agua son muy difíciles y acá se intentaron hacer por casi 20 años. Que una empresa, junto a una fundación y la municipalidad, nos ayude nos traerá un cambio radical” asegura el presidente de la junta de vecinos de Curamávida, Mauricio Arriagada.
Por su parte, la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, explica que la importancia de estos proyectos radica en que el acceso a este recurso: “no es solo poder tomar agua potable, que ya es súper importante, sino que es un derecho humano y también permite fomentar otro tipo de emprendimientos”. Por esta razón, asegura, “son vitales las alianzas en la inversión pública y privada. Este es nuestro segundo proyecto en Santa Juana, en lugares donde nunca hubiese llegado el agua de no haber sido por la inversión privada y por el esfuerzo del municipio”.
Los proyectos respaldados por CMPC y asociados a Desafío Agua para Chile se adaptan a las necesidades y al agua disponible en el lugar. Por ello, cada iniciativa representa un nuevo reto para responder a la necesidad de los territorios y ejecutar las obras con rapidez. En el caso del proyecto Curamávida, la meta es ejecutar la obra en máximo tres meses.
Nicolás Canales, director de Desarrollo Social de Desafío Levantemos Chile, destaca que estos son planes que son hechos a la medida. “Estos proyectos tienen como fundamento construirlos con las comunidades y eso hace que tenga más sentido de pertenencia para los propios beneficiados. Ya son más de mil familias y esperamos llegar a muchas más. A medida que pasa el tiempo, vamos a más lugares, el equipo va creciendo y así vamos brindando más soluciones”, agrega.
En tanto, el gerente de Asuntos Públicos de CMPC, Guillermo Turner, explica que desde la compañía están “muy contentos de que este proyecto se pueda comenzar a materializar y que los vecinos vayan a contar con el recurso natural. Este proyecto forma parte del Desafío Agua para Chile, una iniciativa que lo que busca es llevar soluciones de agua a sectores rurales del sur del país que han vivido esta falta de algo tan básico”.
La iniciativa, que impactará positivamente la calidad de vida de 27 familias y a los estudiantes de la escuela unidocente G- 717 del sector Curamávida, contempla la construcción un pozo profundo con tratamiento de aguas y que funcionará por medio de una bomba eléctrica, la que permitirá llevar abastecer a la escuela y a cada una de las familias beneficiadas.
Desafío Agua Para Chile
El cambio climático ha impactado al mundo de distintas formas, pero una de las crisis más importantes que ha generado es la hídrica. La Organización de Naciones Unidas ha advertido que el cambio climático está acelerando tanto la escasez de agua como los peligros relacionados con este recurso, como las inundaciones y sequías.
Hoy, este fenómeno ha instalado la sequía en Chile, afectando a los sectores productivos y a miles de familias con residencia en sectores rurales. En el combate de esta realidad, Desafío Agua para Chile, en sus tres años de funcionamiento, ha beneficiado a más de mil familias del Biobío, La Araucanía y Los Lagos, entregando proyectos de agua para consumo humano, riego, y mejoramientos de sistemas de Agua Potable Rural (APR).
La iniciativa se caracteriza por ejecutar proyectos de agua de rápida implementación. Para esto se identifican comunidades compuestas por entre diez a treinta familias que cuentan con dificultades de acceso a este recurso y se ponen en marcha acciones que entregan soluciones seguras y eficientes a estos problemas.
El proyecto comenzó en 2020, con el objetivo de dar acceso a esta necesidad básica a cuatro comunas de La Araucanía y la Región del Biobío a través de más de 15 proyectos.