Columna de Renata Barrientos, Académica Odontología de la Universidad Andrés Bello, Sede Concepción.
El bruxismo, se define como una “actividad repetitiva de los músculos masticatorios caracterizada por un apriete o rechinamiento dentario, asociado a rigidez, empujar o tensionar la mandíbula”. Primero debemos diferenciarlo ya que se puede presentar de dos formas: el bruxismo de vigilia (el que ocurre cuando estamos de día) y el bruxismo de sueño (el que ocurre cuando estamos durmiendo).
El bruxismo de vigilia es un mal comportamiento que puede ser causado por el estrés, por lo que gran parte del manejo es conductual: manejo de estrés y malos hábitos, como por ejemplo comerse las uñas, morder la piel de los dedos o labios, morder lápices u otros objetos, o tomar consciencia de la posición de la mandíbula intentando mantener los dientes superiores e inferiores separados entre sí (se pueden utilizar ejercicios y aplicaciones de celular para ayudar a manejar esto).
El bruxismo de sueño no se ha podido asociar al estrés ni factores psicosociales según los estudios científicos. Éste corresponde más bien a un indicador de la presencia de otras patologías, como ronquidos (nunca es normal roncar), Apnea obstructiva del sueño y reflujo gastroesofágico. También puede aparecer por uso o abuso de sustancias, como algunos fármacos, tabaco, alcohol o estimulantes como el café, té y bebidas cola, cercano a la hora de dormir. Es importante pesquisar éstas patologías que pueden estar presentes tras el bruxismo de sueño, ya que pueden tener repercusiones en todo el organismo de la persona, por ejemplo, las personas con apnea obstructiva del sueño, pueden tener alteraciones empeorando la memoria, peor atención y concentración, mayor irritabilidad, e incluso se ha asociado a Hipertensión arterial, Depresión, Diabetes Mellitus, Reflujo Gastroesofágico y es un factor predisponente y comorbilidad frecuente para Trastornos Temporomandibulares.
Por otro lado, las personas que creen tener bruxismo debido a que despiertan con dolor o sensación de tensión/rigidez en la mandíbula, lo más probable es que realmente tengan un Trastorno Temporomandibular (TTM), es decir, un trastorno que puede involucrar los músculos de la masticación y las Articulaciones Temporomandibulares. Incluso los TTM pueden generar dolor de cabeza de manera secundaria.
A raíz de la Pandemia por Covid-19, estudios han visto que ha aumentado en la población el estrés, síntomas ansiosos y depresivos, el sedentarismo y la obesidad. Esto inevitablemente ha afectado en la calidad del sueño, aumentando algunas patologías del sueño como insomnio y alteraciones del ciclo circadiano e incluso reportes de personas de ronquido y de bruxismo de sueño y de vigilia.
Por todo lo anteriormente explicado e independiente del minuto que esté atravesando la pandemia, las personas a las que han visto apretar o rechinar los dientes en la noche, tienen síntomas de reflujo gastroesofágico como acidez, desgaste dental, roncan, sienten tensión, cansancio y/o dolor mandibular o en la zona frente al oído o sienes, que se agrava con el movimiento o función mandibular como podría ser masticar, hablar o bostezar, o tienen ruidos mandibulares al abrir la boca tipo chasquido o arenilla, o sensación de trabamiento mandibular, deben consultar con un cirujano dentista especialista en Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial, considerando tanto a adultos como a niños, para recibir una adecuada evaluación y tratamiento oportuno.
Las causas que originan el bruxismo son variadas y los tratamientos deben ir enfocados en resolver el factor causal del bruxismo, el cual pudo o no haber incrementado individualmente, durante la pandemia Covid-19.